Los lémures, que pasan gran parte del día calentándose al sol, utilizan su larga cola para encontrarse con facilidad en sus desplazamientos por el suelo de la selva y para equilibrar sus saltos, ¡pero nunca para agarrarse a los árboles!
En tu visita al parque podrás escuchar desde muy lejos los sonidos que emiten, ¡pero no se están peleando! En las selvas tropicales de las que son originarios, necesitan ser capaces de comunicarse a grandes distancias o ser capaces de localizarse entre la densa vegetación.